Diego:Nos enseñaste

27.11.2020
derechos a quién corresponda
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El 25 de noviembre de 2020 va a quedar guardado en la memoria de todos los argentinos. Un día muy triste. Se fue el último de nuestros héroes, Diego Armando Maradona: 'El Diego'.

Acá va mi pequeño homenaje:

Yo vivía a tres cuadras de tu casa de Mcal Francisco Solano López en Villa Devoto. Me acostumbré a verte por el barrio. A vos y a Don Diego. Un lujo que pocos tuvieron. Crecí viendo tus logros, tu garra. Y me hiciste creer que siendo argentino se podía. Con menos estructura, con más barro dejabas en ridiculo a las grandes potencias. Con viveza, con picardía, esa característica tan argentina.

'Gary Lineker', ese letal delantero inglés, sintió ganas de aplaudirte cuando hiciste el segundo gol en el 86'. El gol del barrilete cósmico. El mejor gol de la historia de los mundiales, Se tuvo que contener. Eso lo explica todo. Generabas emociones hasta en tus rivales más encumbrados, Admiración.

¿Quién puede olvidar tu entrada en calor haciendo jueguito y malabares al son de 'Live is life' del grupo austríaco Opus? Un grupo quizás desconocido hasta que vos los tocaste con tu varita mágica y lo popularizaste. Como la canción de Rodrigo, 'La mano de Dios' que se convirtió en un himno de época mientras te recuperabas en Cuba con el pelo pintado de amarillo.

Diego, nos pusiste en el mapa. Nos diste representación. Con tu talento en las canchas emocionaste a un mundo entero. Pero eras de acá, del barrio, de Fiorito, de Devoto. Argentino. Y cada vez que vestías la celeste y blanca lo demostraste. Siempre estuviste, como aquella vez que estábamos en agonía por quedar casi fuera del mundial. En ese partido repechaje contra Australia nos devolviste la alegria. Con Diego todo se podía. Ese era el mensaje. Nuestro estandarte, nuestro emblema.

Fuera de la cancha cometiste muchos errores. No voy a juzgarte. Eras humano pero te creíamos un Dios. Tanto que ayer por la tarde no podía convencerme de tu muerte. Se me ocurrió pensar que quizás era una broma, como la ocurrida con otro grande, el 'negro Olmedo' cuando falsearon su muerte. Pero no. Era verdad. Y aunque no soy futbolero, una angustia me envolvió por cada poro de mi piel, y traspasó al interior. Una clase de karate, con furia, al aire libre, me ayudó a liberar emociones, pero no pude dejar de hablar de vos en la cena con mi mujer y mi hijo.

Viviste como vos quisiste, bajo tus reglas. Viviendo en 60 años lo que muy pocos pueden imaginar vivir en 100.

Nos enseñaste que con el talento no alcanza. Que hay que dejarlo todo. Que hay que tener pasión. Que de la nada se puede llegar al todo. Y que la vida es una sola y hay que vivirla.

Tenemos que estar eternamente agradecidos con vos, Diego, por haber sido argentino.

Naciste y moriste acá, a pesar de haber sido ciudadano del mundo. Eso también te distingue de otros que abrazaron Europa en sus últimos días!!!

En el cielo deben estar coreando tu nombre como ese día que te presentaron en el Nápoles. 'Marado', 'Marado' ese grito infinito que traspasó todos los límites imaginados por un ser humano.

Una ovación sin fin para el más grande con una pelota, La pelota no se mancha.

Christian Carollo

@elpilotoqueescribe

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