Conciencia situacional

05.03.2020

El ABC de la seguridad aérea

Más allá de las definiciones que podemos encontrar en cualquier manual de conocimientos aeronáuticos o libros especializados, me gustaría darle al tema un enfoque particular. Sobre todo para que lo entienda quien no es aeronáutico.

Muchas veces lo llamamos vulgarmente 'estar en el loop'.

¿A qué hacemos referencia con ello? Es el estar ahí en tiempo presente, entendiendo ese tiempo presente como un estar conectado con la fase del vuelo en qué me encuentro.

No es lo mismo estar en tierra preparando el vuelo, cargando la ruta, verificando las velocidades de despegue, que en vuelo poniéndome al tanto de las últimas condiciones meteorológicas reinantes en el aeropuerto de destino, qué turno tengo para la aproximación, o si me asignan una espera por congestionamiento de tránsito que me obligue a calcular mi combustible disponible antes de irme a la alternativa. Los tiempos son diferentes así como la carga de trabajo también.

Es por eso que el piloto tiene que estar un paso adelante. Tener conciencia situacional es justamente eso. No solo estar en tiempo presente, sino adelantarme a lo que viene. Es por eso que el briefing de una aproximación se debe hacer por lo menos 50 NM (millas náuticas) antes de iniciar el descenso.

Es allí cuando ambos pilotos entrar en un estado de conexión tal, como para no dejar nada librado al azar al momento de iniciar el descenso e ir al aterrizaje. Este minucioso detalle incluye no sólo la parte operativa de cómo voy a hacer el descenso y aproximación, sino que implica también aspectos como prever por qué calle voy a abandonar la pista y qué rodajes le suceden a la misma hasta llegar a la posición asignada en la plataforma.

Todo ese briefing está basado en una comunicación que tiene que ser efectiva entre ambos, repasando y aclarando cuanta cosa no quede clara. De esa manera asegurarse que los dos pilotos están viendo la misma carta terminal o de aproximación, los mismos mínimos de aterrizaje, etc. Ya que muchas veces se dan muchas cosas por sabidas o sobreentendidas, y eso lleva inexorablemente al error. En aviación no existen los sobreentendidos, ya que ese suponer que el otro lo sabe o lo entiende solo porque tiene experiencia o es más antiguo en la profesión puede ser negativo.

Es por eso que el éxito en una aproximación estabilizada se basa en tener bien en claro todos esos datos y cumplirlos a rajatablas. Cualquier desviación importante en la aproximación conduciría sí o sí a la maniobra de escape ( go around).

En eso subyace la conciencia situacional de la que estamos hablando. Que el piloto esté en tiempo y espacio en consonancia con la realidad, con lo que está pasado, y con lo que le va a pasar, tanto si toma acciones correctivas, como si no las toma.

Es como en el momento de la V1 ( velocidad de decisión). En ella el piloto tiene que saber que su única posibilidad ante una falla es irse al aire. Una vez dominado el avión y en una situación más cómoda evaluar que pasó y en base a eso tomar decisiones. Recordemos de paso el orden de prioridades al volar un avión: fly, navigate, communicate. Primero vuelo el avión, es decir tengo controlado al mismo; segundo navego, sigo mi ruta preestablecida; y por último comunico con el control, doy mis posiciones obligatorias, solicito un cambio de nivel, etc.

Es por eso que está íntimamente ligada la conciencia situacional con la toma de decisiones. Partiendo de una mala interpretación de la realidad es casi seguro que se va a tomar una mala decisión.

Cabe aclarar también que para tener una buena conciencia situacional, el piloto debe cumplir con ciertos requisitos como son el descansar antes de cada vuelo, tener al menos 8 hs (preferentemente 12 hs) sin la ingesta de alcohol, practicar deportes y llevar una vida sana.

Suena quizás exagerado. Pero para que todo ande bien, la maquinaria humana tiene que andar precisa como un complejo reloj suizo. Son muchos engranajes que articular y muchas piezas por aceitar.

Solo disponemos de una máquina para responder correctamente a los estímulos que recibimos constantemente. La única que nos fue dada en esta vida y la cual debemos cuidar. Es nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo humano.

Vida sana cuerpo sano, pregona la vieja frase.